miércoles, 3 de diciembre de 2008

Nace un sueño

La Asociación VISC (Vive Sin Celos) es una entidad sin ánimo de lucro que ha nacido con la vocación de salvar vidas de las garras de la violencia de pareja. Mientras otras instituciones se centran en modificar el contexto sociológico que rodea a este fenómeno, VISC se ha fundado para combatir el contexto psicológico que genera al futuro maltratador, así como para investigar y pedir terapias que lo rehabiliten eficazmente. Pero no sólo al maltratador varón, sino también a la maltratadora mujer, pues la teoría en que se fundamentan nuestros objetivos argumenta que tanto el agresor como la agresora deben su comportamiento a un trastorno de la personalidad no diagnosticado todavía. Dicho trastorno tiene como síntoma más representativo los celos patológicos, de modo que sus afectados no actúan movidos, necesariamente, por una ideología machista, por unas circunstancias socioeconómicas particulares o por una cultura determinada, pero tampoco lo hacen en función de su sexo u orientación sexual. En VISC sabemos que maltratadores hay en todos los ámbitos, de todos los tipos y de cualquier sexo. Y esta realidad se sostiene, inexcusablemente, bajo la idea de que en el fenómeno de la violencia doméstica, “el machismo no es el problema”. Este es, de hecho, el título del trabajo de investigación que nos alienta, escrito por la investigadora Araceli Santalla. Porque siendo el machismo una lacra lamentable y peligrosa que debe eliminarse, pensamos sin embargo, que no basta por sí sola para explicar un fenómeno tan complejo en el que pueden participar, como agentes agresores, tanto hombres como mujeres y homosexuales. Y lo que todos ellos tienen en común no es el machismo, obviamente. Pero sí puede ser un trastorno de la personalidad originado en su infancia a partir de unas variables educacionales y afectivas concretas que Santalla describe muy bien en su obra. La confianza que tenemos en lo razonable de esta teoría y sus valiosas aplicaciones en la lucha contra la violencia de pareja, justifica nuestro reclamo final de que se desarrollen y pongan al alcance de todo el mundo las terapias derivadas de ella.

Los fines de la asociación son, por tanto, los siguientes:

1) Alentar el reconocimiento de su peligrosidad y la investigación de los celos patológicos agresivos como síntoma principal de un trastorno de la personalidad no diagnosticado todavía, protagonista en el fenómeno de la violencia de pareja ejercida por hombres y mujeres.
2) Asignar un nombre al trastorno que contemple su origen, sus particulares síntomas y sus posibles tipologías, para reclamar que sea incluido en el DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales).
3) Informar y concienciar a los afectados y a sus familiares acerca del funcionamiento de este trastorno, como causante de sus ataques de ira, con el fin de que aprendan a manejar correctamente los síntomas más peligrosos.
4) Informar a autoridades, instituciones y especialistas sobre la posible presencia de este trastorno en muchas realidades de violencia de pareja, y la necesidad de desarrollar terapias eficaces como otra vía de combate contra esa lacra universal.
5) Alentar la creación de centros específicos para esta clase de enfermos que sirvan para la investigación de su trastorno y la práctica de terapias.
6) Proponer un cambio de orientación de los protocolos de intervención con personas maltratadoras y personas maltratadas en función de las teorías psicológicas que contemplan la posibilidad de que los agresores padezcan un trastorno de personalidad no diagnosticado oficialmente, con el fin de evitar, con una terapia integral y efectiva, la reincidencia de ambos en sus patrones de conducta habituales e impedir así más muertes.

Y para el cumplimiento de sus fines la asociación podrá realizar las siguientes actividades y/o actuaciones:

1) Reclamar, mediante cartas, e-mails, concentraciones o entrevistas en los medios de comunicación, presupuestos para la investigación específica de la enfermedad del maltratador.
2) Recoger testimonios de afectados que ilustren el deterioro que esta enfermedad produce en su salud y su entorno para reforzar nuestra petición de que este trastorno se combata con mayor seriedad, como se hace con otras enfermedades.
3) Realizar encuentros virtuales de los socios, afectados y simpatizantes del proyecto en todo el mundo para compartir sugerencias, ideas, experiencias, preocupaciones o consultas (conseguir promoción para crear y mantener una web que incluya un foro con el mismo fin).
4) Promover la sensibilización acerca de este trastorno mediante charlas en cualquier lugar que lo requiera.
5) Disponer de un fondo de afectados dispuestos a participar voluntariamente en la investigación del trastorno.
6) Crear sedes o centros de información acerca de este problema donde los afectados y familiares puedan acudir a recibir orientación.
7) Impartir cursos a profesionales y estudiantes sobre la enfermedad del maltratador, según el enfoque santallista.
8) Realizar voluntariado en casas de acogida y cárceles para orientar a los afectados por este fenómeno y otorgarles recursos con que enfrentarlo mejor.

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